En mi más reciente viaje a la Isla finalmente dí con el paradero de esta comerciante que elabora estas mermeladas. Mi tía y yo nos aventuramos nuevamente por el área de Rincón a ver si coincidíamos con el Mercado Orgánico de este pueblo. Para nuestra gran sorpresa desde tempranas horas estaban todos los comerciantes con sus pequeños negocios bajo una gran carpa en el centro de la plaza pública al cruzar la calle de la Casa Alcaldía.
El mercadillo ha tomado popularidad puesto que se comenzó haciedo sólo una vez al mes y ya se puede visitar todos los domingos. Lo más importante a resaltar es que todos los productos vendidos son totalmente orgánicos.
Nos topamos con un señor americano que en su castellano entrecortado nos trató de vender aceite de coco orgánico. En ese puesto terminé comprando semillas de chia. Me las habían recomendado como gran fuente de proteína.
Había puestos de frutas frescas, plantas de diferentes especias para sazonar la comida, guarapo de caña de azúcar y mucha pastelería.
Nos detuvimos a platicar con los dueños del puesto del cacao sembrado en fincas en Aguada y Corozal, Puerto Rico. Ellos ofrecían una muestra de chocolate caliente con leche de coco y un toque de jenjibre. La pareja nos comentó que llevan poco tiempo sembrando esta semilla y estudios recientes han demostrado que su cacao es de muy buena calidad.
También nos informaron de un posible contrato con Chocolate Cortés, una compañía netamente puertorriqueña que quiere dejarle un legado a futuras generaciones propietarias, utilizando cacao de la Isla.
Finalmente fuimos al puesto de las jaleas. La dueña tiene finca en el pueblo de Aguadilla y utiliza productos orgánicos, sin azúcares o conservantes para producir sus mermeladas. Optamos por seleccionar las de mango, mamey y tamarindo.
Dueña del puesto de las jaleas. |
Así pasamos nuestra mañana deleitando el paladar y consumiendo productos orgánicos y netamente boricuas.
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